miércoles, 5 de septiembre de 2007

El estilo








En el habla cotidiana la palabra estilo se usa para señalar la manera en que se muestra una actitud específica, un arreglo personal o de un espacio o las formas o adornos peculiares de un objeto. Por ejemplo, cuando vamos más allá de satisfacer las necesidades primarias de protección del medio ambiente, usamos ropa que exprese algo de nosotros mismos. O bien decimos que alguien “tiene estilo” como algo positivo porque resalta una personalidad atractiva. También se usa para designar un modo peculiar de hacer algo: estilo de gobernar, estilo periodístico, estilo de juego, etcétera. Asimismo puede referir los esquemas o diseños distintivos o característicos de un objeto o una serie de objetos, por ejemplo: coches de los años cincuenta, ropa hippie, muebles rústicos, etcétera. En el campo del arte, el término estilo engloba una serie de asuntos fundamentales para entender la expresión artística.

En las ciencias sociales y el arte

Antropólogos, arqueólogos, historiadores usan la noción de estilo para ubicar y clasificar objetos, comportamientos y acontecimientos en un contexto específico. El estilo permite al estudioso social ubicar en su contexto los artefactos del pasado. Asimismo, permite establecer identidades entre objetos e individuos o grupos de individuos.

En el campo del arte, se puede decir que el estilo fue inventado por los historiadores del arte como herramienta de estudio para crear agrupamientos (gótico, barroco, impresionismo, abstraccionismo, etcétera) y explicar el cambio. La secuencia histórica de los estilos permite al historiador crear un orden en la mirada sobre el pasado (periodización) y dar coherencia al relato histórico. Una vez que se inventó el lenguaje del estilo y se determinaron sus características para estimar las propiedades visuales del arte, el estilo se convirtió en un dato primordial, y para analizarlo se requiere del desarrollo de un ojo educado. Si podemos reconocer el estilo de una cerámica o una pintura, podemos especular de una manera informada acerca de la identidad del artista y la fecha y lugares de

Sello de identidad

El estilo individual es una especie de firma de una personalidad distintiva. Pero el estilo también muestra rasgos distintivos de una cultura. Comunica algo acerca de un ambiente intelectual y social. Se pueden reconocer ciertas características distintivas que identifican a un artista, un periodo, una cultura, y que constituyen el estilo.

Hay varias categorías que comprenden un estilo: estilo de un periodo (tiempo y cultura), estilo regional (región geográfica), estilo personal (desde unas muy evidentes como la elección del tema y composición a otras menos evidentes como la textura de la pincelada). También se usa para denominar los rasgos de una escuela: fuertes similaridades entre ciertos artistas (escuela de Rubens, etcétera) o artistas locales (escuela florentina).

Todos los elementos de un estilo son expresivos. Sin embargo, no todas las formas expresivas están a disposición de todos los artistas en todas las épocas. Dependen del desarrollo tecnológico (en el caso de la cerámica es evidente) y de la visualidad disponibles en su época.


Forma y contenido

A pesar de que se trate del mismo tema (por ejemplo, una mujer recostada), las diferencias entre distintas obras de arte se explican a través de las diversidades estilísticas que se manifiestan en: línea, color, medio, textura, etcétera. Cada obra dirá algo distinto merced a su estilo. Se puede afirmar que “Un cambio de estilo es un cambio de tema”.

El estilo se revela en la forma. Un artista crea la forma aplicando ciertas técnicas a ciertos materiales para lograr una representación o un contenido particulares. En diferentes épocas las personas han visto de manera distinta porque la visualidad es histórica. Y la manera de mostrar distintos temas también es histórica. Por ejemplo, se puede mostrar a Cristo como un monarca majestuoso o como un hombre que sufre en la cruz o bien se puede esconder el cuerpo desnudo por pudor o mostrarlo en su esplendor. El tema que se elige para una obra no sólo parte del contenido sino que también forma parte de las características que determinan a un estilo.

Aunque en la práctica generalmente se discute el estilo de un artista separado del asunto que representa, si se desconectan forma y contenido surgen problemas: ¿el arte realista no tiene estilo? ¿el arte abstracto no tiene contenido? Ahora se acepta que la forma y el contenido están íntimamente conectados. El tema de una obra sólo cobra sentido en los términos de cómo se nos presenta. Es decir que el contenido está mediado por la forma y eso crea un significado. Esta mediación es el estilo.

Formalismo

Existe una corriente dentro de los estudiosos de las artes plásticas que se denomina formalismo y que enfatiza el significado de la forma sobre el contenido como la fuente del valor artístico. Uno de sus representantes, Roger Fry (1866-1934), fue un crítico de arte inglés que creía que no hay conexiones significativas entre el arte y la sociedad a la que pertenece. Su visión era ahistórica y se enfocaba en los efectos emocionales que la obra produce en el espectador a través del aspectos formales: color, línea, composición, etcétera.

En este mismo sentido, el historiador del arte Heinrich Wölfflin (1864-1945) desarrolló un método de estudio del estilo a partir de conceptos visuales. Llegó a sugerir que se podía hacer una historia del arte sin nombres de artistas. Se ocupó de las peculiaridades internas de los estilos y los cambios estilísticos a partir del estudio y comparación de la estructura de los estilos del Alto Renacimiento y del Barroco. Creó un sistema de organización formal basado en los valores que se basó en un par de oposiciones identificables en el lenguaje formal de la obra: Linear vs. pictórico, donde lo linear (del Alto Renacimiento) implica

que los límites de las formas están claramente definidos y lo pictórico (del Barroco) muestra un pincelada suelta y los límites de las formas no son claros.


El espíritu de una época en un estilo

¿Un periodo o cultura se puede mostrar a sí mismo a través de un estilo? Algunos historiadores y filósofos han buscado evidencia concreta del “espíritu de una época”. Aunque totalmente intangible e imprecisa, la creencia de que existe el “espíritu de una época” persiste en el pensamiento crítico. Por ejemplo, se habla del “espíritu” del Renacimiento, el “carácter” revolucionario, el “estado de ánimo” romántico. Y esperamos encontrar esto en un estilo. ¿Puede un objeto artístico mostrar un universo cultural? ¿Se imprime el “espíritu” de una época en sus creaciones? ¿Cuál es la posibilidad de la libertad individual en este caso?

La referencia más antigua a la historia del arte como historia de los estilos está en la obra del alemán Johan J. Winckelmann (1719-1768). Su interés en la antigüedad griega y romana, especialmente en la escultura griega, y su emoción por los descubrimientos de Pompeya y Herculano llevaron a la publicación de su obra La historia del arte antiguo (1764), donde propone que el arte está unido a la historia y cambia según cambia la cultura. El filósofo Friedrich Hegel (1770-1831) también conectó el cambio estilístico con el desarrollo cultural.


Evolucionismo en los estilos

También hubo, y hay, estudiosos que usan el esquema de desarrollo biológico para explicar el cambio en los estilos artísticos. Es decir que proponen que éstos tienen una infancia, adolescencia, madurez-plenitud y finalmente decadencia y muerte. Girogio Vasari (1511–1574), por ejemplo, decía que el arte “infantil” del Renacimiento estaba representado por los pintores Giotto y Cimabue. Para él, el arte de mayor madurez estaba en el estilo de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Rafael. Algunos otros historiadores encuentran la “decrepitud” en el estilo manierista de Miguel Ángel o lo aplican al desarrollo artístico de ciertos artistas como Tiziano, Monet, etcétera. También hay quien asigna una “cúspide y decadencia” a las secuencias históricas; por ejemplo del arte clásico al helenismo o del renacimiento al barroco. Este enfoque es problemático ya que se puede juzgar cierto tipo de arte, como el africano o indígena americano, como una especie de expresión “infantil”, o llegar al extremo de afirmar que Giotto “preparó el terreno” a los renacentistas clásicos pero que él mismo fue “inmaduro” o su arte no alcanzó la “plenitud”.

El cambio de estilos según la visión pragmática

Por otro lado, hay estudiosos del arte que no creen que haya algo “trascendente” que incida sobre las fuerzas históricas y el arte. Consideran que el cambio es resultado de la variación en la imaginación del ser humano individual. Para este enfoque, el cambio de estilo se explica por la constante inquietud del ser humano y la necesidad de transformación, así como por la búsqueda de nuevos retos técnicos y expresivos. En este sentido, el cambio de estilos tiene que ver más con el proceso creativo del ser humano que con el “destino”.


Fuentes:

-Vernon Hyde Minor: Art History’s History, Second Edition, New Jersey, Prentice Hall, 2001.

-Marilyn Stokstad: Art History, second edition, Prentice Hall and Harry N. Abrams Inc. publishers, 2002.

-Sylvan Barnet: A short guide to writing about art, Longman, 1999.


4 comentarios:

Nen Gallina dijo...

Hasta qué punto es pertinente hablar del estilo de un artista?

Nen Gallina dijo...

Hasta qué punto es pertinente hablar del estilo de un artista?

Margoth Ceballos Velásquez dijo...

Estilo
Respecto al estilo, considero de todas las posiciones presentadas la drigida al proceso creativo, me parece más certera o que se ajusta y no desmerece las prácticas de artistas de períodos determinados ni tampoco los que pertenecen a esta poshistoria año 2009.
Saludos, Margoth C.V.
Chile.

Antonio Presuel dijo...

En el sentido educativo, considero que el aspecto visual tiene un papel muy importante que se ha dejado de lado por la parte textual y plenamente más teorica que interpretativa.

Una imagen puede expresar un sentimiento, una idea, un concepto de una mejor forma que las palabras. Básicamente porque el ser humano ha transmitido sus conocimientos por medios visuales desde la edad de piedra (pinturas rupestres).

Hoy en día, los docentes y los alumnos tienen cada uno su propio estilo y es importante dirigilo de acuerdo a las necesidades (el docente tendrá su estilo de enseñar, con una coleccion de imagenes afines a sus gustos y acordes a la materia; así como el alumno tiene su estilo de expresar ideas y plasmar conceptos en los organizadores de información por ejemplo)

Saludos.
-AP-